ENSUEÑOS DE AMOR.

En ocasiones, a lo largo de nuestras vidas. Sobre todo, cuando los años han ido transcurriendo en una sucesión imperceptible, pero casi interminable, y sin darte cuenta vas acercándote al ocaso de tu vida. A ese atardecer, en ocasiones soleado, y en otras con nubes y sombras, donde parece que el Sol se ha olvidado de ti. Algo o alguien del pasado aparece, y sin quererlo, al dormir esa noche, acude la nostalgia de tiempos pasados. De bellos momentos donde todo o casi todo era desenfados y sueños. ¡Que tiempos aquellos! Y te dejas arrastrar de ensueños pasados que no volverán. Y corres el riesgo, de que al despertar sientas que han pasado siglos y nada es igual. Es bello soñar, pero también saber despertar y vivir una realidad, que aunque diferente, sigue siendo bella igual.

 

A veces, cuando éramos jóvenes pasamos bellos momentos, nos enamoramos, fuimos felices y disfrutamos. Y por causa de la vida, nuestro camino tomó otro rumbo diferente. Quizá también fuimos felices, pero no tanto como aquellos momentos recordados que sin querer quedaron clavados en nuestro ser, y que guardamos celosa y secretamente. Y en ocasiones, no llegamos a comprender que se han comportado toda una vida como un lastre, impidiéndonos fomentar otros instantes felices, iguales o mayores que aquellos. En otras ocasiones, los tenemos tan guardados que no nos afectan en nuestra vida cotidiana durante años y años. Pero algo inesperado los despierta, y surgen de ese olvido no olvidado, despertando sueños que estaban dormidos. Afloran como si los estuvieras viviendo en ese mismo instante, con la misma intensidad y brillo, recuerdas palabras, sonidos, sonrisas, pasiones, lugares, luces y sombras, aromas, sabores y todo aquello que quedó grabado en tu ser. No te das cuenta que han pasado años, que el ser que ambas ya no es el mismo, que todo ha cambiado, e intentas retomar aquellos sueños del pasado, que al traerlos al presente los podrás ver ajados, destruidos en el tiempo, en las costumbres, ya viejos, que nada tienen que ver con esos lindos recuerdos.

 

ENSUEÑOS DE AMOR.

 

Ay amor de ensoñación

que debes ser un recuerdo

de aquellos hermosos tiempos

que los pudiste vivir.

Deja que tu mente sueñe,

deja que bullan por dentro

mas mantenlo en la distancia

que ya son amores muertos.

Sueña de noche recuerdos

mas cuando te llegue el Alba

siéntete que estás despierto

deja que vuelva la vida

que llevas por largo tiempo.

Afronta las realidades.

Soñar no cuesta dinero

pero triste el despertar

cuando comprendes que el tiempo

ha pasado sin denuedo

pero también sin piedad.

Y aquello que era bello,

nada hermoso encontrarás.

Soñar no cuesta dinero

pero te hace llorar

y matar los bellos sueños

que debes tú de guardar.

Deja que duerman los sueños,

que los sueños, sueños son.

 

Vicente José Gil Herrera

 

 

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