Esta poesía está dedicada a una hermosa mujer que intentaba saber mucho de mi, quizás demasiado para lo poco que me gusta que se sepa. Se que soy extraño y poco dado a contar mi vida, pero también es cierto que la mayoría de las personas parece necesitar saber el pasado para apreciar el presente. Yo entiendo que no es así, que hay que valorar lo que está presente y en ese momento, el pasado solo sirvió para convertir a eso que existe en éste momento.
SILENCIO.
Silencio,
deja que canten los grillos,
deja que arrulle el arrollo,
deja que truene el silencio,
deja que aúlle la noche,
deja que silbe la brisa,
deja que toquen las ramas
esa alegre melodía
que al alma le otorga calma
en el silencio en la noche.
Silencio,
escucha como palpito,
escucha tu mi temblor,
escucha la sangre hirviente,
escucha respiración,
escucha como mis poros
te van cantando su amor
emitiendo mil quejidos
que son silencio de voz.
Silencio,
siente tu mi corazón,
siente la brisa de amor,
siente el arrullo del alma,
siente el trueno de pasión,
siente que vivo y me muero
pero en silencio, sin voz,
al entregarte mis ansias
al ofrendarte mi amor.
Silencio, guarda silencio,
deja que escuches y sientas
el silencio del que vive
y a ti te entrega su amor.