Hay veces que algunas personas me preguntan en que me inspiro para hacer tantas poesías. Y yo simplemente les contesto, que cierro mis ojos y miro dentro de mí, observo mis recuerdos, analizo los sentimientos pasados y presentes, y encuentro momentos bellos, paisajes hermosos, dolores intensos, vidas vividas en silencio mientras sentía el amor, el deseo, el placer, el dolor, la angustia o la soledad y la desolación. Entonces tomo mi lápiz, y escribo los sentimientos. Solo transcribo a papel lo que estoy sintiendo dentro.
ENAMORADIZO
¿Enamoradizo?
Si. Más no lo soy de mujeres,
o al menos no de sus cuerpos.
Amo las cosas del mundo,
una flor, una canción,
la poesía del silencio,
una sonrisa o un llanto,
una escultura o el campo,
amo la vida y la muerte
y todo aquello que veo
o que mis sentidos sienten.
Más si de mujeres se trata,
cuando acaricio sus cuerpos,
estoy buscando tan solo
despertar sus sentimientos,
quiero sentir en mis dedos
el erizar de sus vellos,
quiero sentir como manan
de sentimientos sus poros,
quiero notar que en mi pecho
galopando cual caballo
se desboca el corazón,
quiero notar que me siente,
que vive mis sentimientos,
cuando con su voz quebrada
vaya arrancando del alma
ese te quiero inaudible;
quiero sentir que su alma
se encuentra dentro de mí
mientras que la mía ya
ha dejado de existir,
quiero que con su mirar,
su silencio, sin palabras,
tan solo con su sentir
pueda intentarme decir
lo bello del sentimiento
que anida dentro de mí,
quiero que unidos los cuerpos
palpitando al mismo ritmo
tan solo exista lo nuestro,
quiero olvidarme que hay mundo
que hay algo que marca el tiempo,
que existen otros planetas,
que existen los pensamientos,
quiero pensar que no hay nada
tan importante y tan bello
que me empañe ese momento,
y luego sentir su pecho
que acurrucado en el mío
va desgranando un lamento
como expresión de su amor.
¿Enamorarme? Sí, de una voz
de un sentir o una pasión,
de una mente que coordina,
del deseo de aprender,
de aquella que incluso duda
muchas veces que es mujer,
Y con estar a su lado
me llega a estremecer,
que cuando miro sus ojos
o acaricio su cabello
hace que nazcan ensueños
que llegan a enloquecer.
¿Enamorarme de ti? Sí,
mas no preguntes porqué
si lees mi humilde poesía
tu lo podrás comprender.
Vicente José Gil Herrera