A veces me entristece escuchar a escritores y poetas, que hablan de sus creaciones solo en función del dinero. Escriben, y lo hacen, en pos de conseguir un éxito, que alguien pague por leerlos. Y entonces, en silencio, por no herir sus sentimientos, ya que respeto a las gentes, aunque algo menos sus credos, me pregunto ¿Solo escribes por dinero? ¿Tu inspiración es la plata, y no lo que sientes dentro? Que tristes son tus escritos, aun dominando la lengua, respetando la gramática, sin faltas de ortografía, con cuidado del maestro que busca guardar imagen midiendo todos sus versos. Yo soy garañón salvaje, que busco los sentimientos de aquel que me hace el honor de leer mis sentimientos. A veces relincho quedo. En otras cual desbocado voy gritando sentimientos, pero puedo jurar que nunca lo hago por el dinero, ni tan siquiera pensando que tendré pienso en pesebre. Solo intento reflejar lo que me bulle por dentro, aunque te puedo jurar, que a veces es tan intenso, que hasta me faltan palabras para expresar lo que siento.
¿POETA O MERCADER?
Mercader de sentimientos
quisiera ser el poeta
el qué vendiera sus versos,
y así, vivir de poesías
que pagaran su sustento.
Más en un mundo de locos
donde se lucha y se muere
por defensar solo un puesto,
donde la vida se acaba
sin comprender que se ama.
¿Quién pagará por poesías,
que digan de sus pasiones?
¿Quién pagará por oír
los lamentos o alegrías
del que escribe sentimientos?
Y al final tras reflexiones,
es triste la conclusión,
es como aquella mujer
que siendo bella por dentro,
no puede llegar a puta
por no tener un buen cuerpo.
Pero al final hay consuelo,
porqué si sigue escribiendo,
es señal inconfundible
que no escribe por dinero,
y por ello sus poesías
dicen lo que lleva dentro.
Vicente José Gil Herrera