CRISTINA 25.
Hace muchos años, como casi todo ya en mi vida. Y no solo años físicos, sino también años de experiencias dulces y amargas. Desarrollé un nódulo en las cuerdas bucales y me operaron en el Hospital Militar de Caracas. Llevaba un tiempo que casi no me salía la voz y aunque la recuperación fue bastante rápida, tuve que estar tiempo sin hablar, y como es lógico, menos aún podía cantar. Cosa terrible para mí, ya que cantar era mi forma de expresar alegría o tristeza, aunque lo hiciera en privado, ya que nunca me gustó que nadie supiera de mis sentimientos íntimos.
AMORDAZADO
¿Tú sabes lo que yo siento
cuando no puedo cantar?
Imagina un pajarillo
que no pudiera volar.
Cierra tus ojos y piensa
en un río sin caudal,
en un rosal muy hermoso
que no pueda rosas dar,
en una fuente, que seca,
se quedara sin manar,
en una verde pradera
que se llegara a secar,
en una madre preñada
que no pudiera parir.
Así me siento yo ahora,
quiero volar en el viento
por medio de mi canción,
bulle mi caudal por dentro
causándome gran dolor.
Llevo rosas en el alma
más no muestro su color,
intento manar poesías
más no responde mi voz,
tengo praderas de versos
que se marchitan sin voz,
y preñado en sentimientos
de poesías y canciones
se quedan ancladas dentro
porqué yo perdí la voz.