Para mí, el poeta es un ser sensible a todo, y que tiene la obligación de observarlo todo. Incluso las cosas ínfimas que para otros pasan desapercibidas y sin pena ni gloria, sin dejar huella en su existencia o su sentir. El poeta, siente, disfruta y padece las cosas y circunstancias más nimias, esas que a la mayoría de las personas le pasan desapercibidas, poco importantes. Una hormiga parece no ser importante, pero además de ser un milagro de la vida, de la evolución, es que cuando se juntan varias, constituyen un hormiguero, pero la suma de hormigueros llega a formar una marabunta que arrasa todo lo que encuentra. El individuo en sí, puede carecer de importancia ante las personas insensibles, pero debe tenerse en cuenta que el conjunto se forma por unidades, y que cada una de ellas es diferente en sus características. Pobre poeta sentido que no alcanza a describir todo lo que desea decir.
CON LÍMITE DE TIEMPO
Pobre poeta que escribes
como si fueras poseso,
pero por más que lo intentes
nunca logras alcanzar
el describir lo que sientes
por no poderlo expresar.
Si te pasaras la vida,
completa, toda escribiendo,
quizás nunca tu lograras
descubrir los sentimientos
que tan solo una gota de agua
te pudieran despertar.
Pues si la miras al sol
notaras cual arco iris
cómo cambia su color.
Si la gota está en un río
es diferente a si cae
en esas aguas saladas
que son propiedad el mar.
Si la formara el rocío
es diferente a la lágrima
que puede dejar los ojos.
Si descansa en el desierto,
que distinto a que se pase
con cuidado sobre un pétalo.
Si va mezclada con vino,
en la leche, en alimento.
Se trata del mismo agua
pero distinto su efecto.
Pobre poeta que tienes
a veces tan corto tiempo,
solo el que dura una vida
para escribir con los versos,
la inmensidad que una vida
te va entregando a raudales
y forma tus sentimientos.