El Aprendiz.
Que vuelen los pensamientos al antaño que dejé, llenos de duras vivencias que nunca yo olvidaré, más no pudiendo mentir, también debo conceder que alguna miel yo libe.
Remembranzas antiguas que quizás en mi cerebro se encuentran ya transformadas por tener alma y matices del romántico olvidado; sueños felices de entonces que quizás que fueron tristes, pues exigente es el hombre cuando a él mismo se exige, más el recuerdo tamiza, separa paja del grano y aquello que aun en la mano no supiste apreciar, ahora que ya lejano se va quedando detrás, lo recuerdas como humano y consigues perdonar, nacen matices que entonces nunca lograste apreciar y surge el enfado en ti, pues los sabes valorar.
En otro tiempo, burdo paleto en amores, torpe aprendiz de hombre, que zafio sin cortesía no supiste ser sensible, ahora, con la distancia que otorga la madurez, y casi hombre, comienzas entonces a comprender que lo es, ya no sirven rememoranzas de lo que pudo y no fue, tan solo las enseñanzas, de que, no se debe hacer. Ir aprendiendo de todo sin importar la importancia, que un pecho sea más grande que un poro, el valor es similar, porque el seno es la lactancia, más el conjunto de poros son la esencia de la piel, por ello en tu reflexión debes aprender de todo aquello que se presente y entonces comprenderás, porque la vida es tan breve que no se llega a alcanzar ni un conocimiento simple de lo que puedes hallar.
Mira el pasado y recuerda sin nostalgia y sin pesar, aprende en tus viejos yerros de nuevo a no tropezar y si sientes la ternura comiénzala a acariciar, mientras que mimas y sientes a quien la sabe entregar, abre tus ojos y mira, esta es la realidad que aquellos sueños antiguos te ayudaran a apreciar.
Charles Chaplin, dijo: «La vida es tan corta que solamente da para llegar a ser aprendiz»
Vicente José Gil Herrera