GENTES SENCILLAS.
Me gustan las gentes sencillas, sin palabras rebuscadas, sin pretensiones distintas, esas que comen un huevo con unas patatas fritas y lo degustan y sienten un exquisito manjar, luego cogen el pan para rebañar el plato. Esas que si vas a su casa te tratan como familia abren las puertas y sientes que te encuentras en tu casa.
Me gustan las gentes sencillas, que no presumen de nada y que disfrutan de todo, tanto del sol y la lluvia, de las flores, de los perros, de los gatos, de las aves y el paisaje, que respetan a las gentes con pensamientos distintos.
Me gusta charlar con viejos y escuchar sus experiencias y no contarle las mías para que tengan un ratito de importancia. Me gusta hablar con los niños, que a veces no te hacen caso, como si no te escucharan, pero queda en su experiencia para sí tienen problemas. Me gusta hablar con mujeres escuchando lo que dicen aunque a veces vislumbre que dista de lo que piensan. No me gusta hablar de fútbol por no dominar su arte. No me gusta la política porque mienten por un puesto. No hablo de religión porque la gente confunde la fe con la religión, aun siendo tan diferentes. Nunca hablo de mujeres primero por respetarlas y luego que se me escapa su inteligencia especial que antes que tú lo pienses saben que tú pensarás.
Y como no encuentro gente que no se exprese del fútbol, de política, de religión o mujeres. Mejor me callo y escucho y me dedico a escribir. Y aunque sean tonterías, que a nadie le importan nada, libero esa presión que a veces oprime el alma.
Así que parroquiano, escucha y escribe, que discutir es de necios y nada conseguirás.
Autor: Vicente Jose Gil Herrera
País: España
Fecha: 15/05/2021
