INCOMPATIBILIDAD
En una ocasión me abordó una dama de bastante buen ver, que se encontraba enojada por haber leído mi poesía sobre el coño, y estaba ofendida por haberla visto enmarcada en una pared, y al enterarse que era mía no se pudo contener. Después de largo rato escuchando sus explicaciones, mientras se desahogaba con palabras incluso poco apropiadas para ella, comencé a escribir este poema, se lo entregue, enmudeció y se fue.
No obstante, parece que se lo pensó mejor otro día e intentó rebatirme, lo cual no consiguió y lo único que logró es que le contestara con otra, dado que comenzó a hablarme de las formas gramaticales y la corrección del uso de la lengua española.
Encontréme aquel buen día a una señora
y parecióme que enojada se encontraba,
y tras rato de amena charla sosegada
comprendí por qué enfadada se encontraba.
Leída mi poesía de atributo que ostentaba
como pudorosa y hermosa dama,
y versando sobre cosa delicada
púsole furiosa, ver que estaba
a una pared pegada,
no sin olvidar que bien visible se hallaba
y encima que enmarcada
la poesía se encontraba.
No pudiendo reprimir su indignación
a tamaña desvergüenza en su opinión,
y al hecho de escribir con tal fruición
sobre algo que no tengo posesión,
dejóse ella llevar por el sentir del corazón,
olvidóse de qué era, y explicó su sensación
de tal modo y tan severa su expresión,
que excedióse un poquito en mi opinión
pues machista desde el cabello al tacón,
le resultaba además de aburrida la alusión
a la prenda que guardó con ilusión.
Tan enorme fue su enojo, que indicóme
que de mi cuerpo escribiera,
y al tratar de anatomía,
refiriera sobre el pene
todo aquello que quisiera,
!Mas el coño¡ una palabra tan solemne
Ni siquiera mencionara,
o en el caso de querer hablar de éste
a su lado la otra prenda yo nombrara.
La miré con picardía que traviesa,
sin palabras un discurso describía,
y viéndola azorada, mas bien puesta,
contesté con sonrisa maliciosa,
lo he intentado mi señora y se pelean,
no permiten estar cerca pues se enzarzan,
y es tan fuerte y profunda tal pelea,
que hasta verse agotados no descansan,
a la rima me la alteran desenfrenos
y los versos ni siquiera compaginan,
se deshacen en tamaño desenfreno
que hasta yo mi cordura casi pierdo,
yo quisiera que usted que es preparada
procediera si quiere a demostrarme,
cómo pueden estar cerca y tan desnudos
que cubiertos solamente de palabras,
no se vayan el uno contra el otro
desdiciendo lo que usted me está indicando,
si probamos y consigue mantenerlos
sin peleas, discusiones y lamentos,
yo le juro cual poeta con orgullo
que le escribo esta noche una poesía,
desdiciendo con honor la que escribí
y poniendo los dos juntos ante el Mundo.