INDIO
Con frecuencia he escuchado hablar de los indios en general con menosprecio, como si se tratara de una sola raza, inculta y casi con una inteligencia a nivel de los animales. Sin saber, o al menos sin darse cuenta, que se trata de razas con culturas ancestrales más ecológicas que la de los ecologistas actuales.
Me agradaría poner mi granito de arena para que se comience a apreciar esas razas con culturas de más de 16.000 años de antigüedad. En la actualidad es triste ver a esas tribus expulsadas de sus tierras por el hombre blanco, negro o amarillo, y ver que en muchos casos han tenido que sobrevivir exponiéndose en ferias y circos.
Indio,
Soñador de viejos tiempos.
Remembranzas tan viejas,
que se remontan a un tiempo
donde tu raza era dueña
de las inmensas praderas.
Hoy solo quedan recuerdos
de aquel antaño glorioso.
Y pasaste de ser rey,
a un espécimen que arcaico
se va mostrando cual circo
presentando sus miserias.
Indio
Al contemplarte mirando
con triste y serena calma,
como reposan las aguas
de ese lago cristalino
antiguo como tu raza.
Vuela la mente buscando
esos recuerdos perdidos
donde tu vida era tuya,
y tu raza era tu raza.
Sueña indio, sueña,
que los sueños son la vida
del que vive de recuerdos,
que son bálsamo de alma
cuando todo se perdió,
incluso las esperanzas.
Indio.
Adormecido el recuerdo,
adormecido tu cuerpo,
¿Quien sabe donde pérdida
anda vagando tu mente?.
Quizás mirando las aguas,
acuden viejos recuerdos
que en la sangre tu heredaste
de aquellos fieros guerreros.
Los juncos, son los de antaño,
tu piragua casi idéntica,
las aguas no son las mimas
mas son dignas herederas.
Y si cerramos los ojos
vemos el mismo paisaje,
tan solo cambió una cosa
no eres el indio de antes.
Tierra salvaje que yerma,
le das cobijo a una raza
que vive de los recuerdos,
intentando no perder
la identidad de su casta.
Tiene su tipi y su mustang.
Tienen su orgullo y su alma,
pero murieron los búfalos.
Ya no existen los guerreros,
mas siguen teniendo sangre
de aquellos que ya se fueron.
Al miraros me pregunto
si sois indios verdaderos.
Con esos trajes de fiesta.
Con los cabellos cuidados.
Con la mirada altanera.
La pradera ya cambió,
han cambiado las vivencias,
pues caminar de los tiempos
que va matando costumbres
y dejando los recuerdos,
que nos dejaron los viejos
contados como lamentos.
¿Recordáis aquellos tiempos?
Tristeza al miraros siento.
Con caballos enjaezados
en lugar de con los mustangs
que tantas hazañas vieron.
Con plumajes de gran jefe
aunque solo son guerreros.
¿Donde ha quedado el orgullo
de aquellos los indios viejos?
Danza guerrera a la luna,
pidiendo que se despeje
porqué los malos espíritus,
nos han robado su luz.
Madre Luna que es la vida,
vuelve a nosotros tus hijos
y bañanos con los rayos,
que son la luz y el camino
que nos lleva a Manitu
La caza se ha ido alejando
y le pedimos que vuelva,
que nuestras flechas certeras
surquen de nuevo los aíres
para cazar una pieza.
El indio, padece hambre,
quiere cazar su alimento,
no mendigamos limosna
que nos den la reserva.
Viajero de largas tierras,
cambiante como el camino,
que vas buscando sustento
que te produce la Tierra.
Los caminos son caminos,
y tu alma peregrina,
que trashumante sin tregua,
hace que nacido libre
nada te ate a la tierra.
Tu lindero el horizonte.
Tu techo son las estrellas.
Caminante sin camino
que siempre estás en tu tierra.
Pueblo Navajo,
que antaño tuviste tierras.
Hoy caminante incansable
que privado de sus guerras ,
sigue teniendo un orgullo
antiguo como la Tierra.
Camina, camina lento,
mientras libando los sueños
vives de sueños de antaño.
De las danzas, de la caza.
De los tipis, de la guerra.
De aquellos cantos antiguos
que acompañaban los perros
con aúllos lastimeros
Como presagios de muerte.
Sueños de recuerdos muertos,
que van corriendo las venas
de los pocos herederos
que van quedando de raza.