PENAS O VAQUITAS.
Hay muchas poesías, canciones, cantautores, pensadores y en general todo tipo de personas, que aunque tienen razones fundadas para hacerlo, cantan a las diferencias sociales, resaltándolas y haciendo bandera de ellas para su lucha, pero algunas, también para justificar sus desánimos y desesperanzas, e incluso para darse por vencidos. A mi entender, creo que debe ser un acicate para aferrarse a la lucha, marcarse unas metas y no cejar en conseguir lo que nos proponemos.
Atahualpa hizo una canción que dice:
Las penas y las vaquitas
se van por la misma senda.
Las penas son de nosotros,
las vaquitas son ajenas.
Pero yo digo:
No mires que las vaquitas
se van a corral ajeno,
pues con tu lucha diaria
y sin cejar el denuedo
con el tiempo lograras
tener los corrales llenos.
Nunca mires hacia tras
o hacia el lado con envidia.
La vista en el horizonte
con los puños apretados
el corazón encogido
y con ganas de luchar.
El orgullo por bandera,
el amor por compañero,
la ilusión y la esperanza
que llenen siempre tu pecho,
y siempre teniendo en cuenta
que alguien viene detrás.
Nunca cejes en empeños
sigue adelante incansable
porqué más tarde o temprano
tus sueños alcanzaras.
Se olvidarán amarguras,
el llanto tornará risa
cual canción resonará.
Y si acaso fracasaras
tu nunca te enteraras,
pues empeñado en tus logros
ni a la muerte escucharas.