POETAS MUERTOS
Por lo general, cuando alguien se refiere a los poetas muertos, se entiende que lo hacen sobre los clásicos. Y con alguna excepción a los fallecidos más recientemente.
Pero yo quisiera resaltar, que a mi humilde entender, todos los poetas, o al menos la mayoría, tenemos dentro del alma algún poeta ya muerto. Un sentimiento cruel, mató una parte de la inspiración y la dejó como abono de otra que debe nacer. Se suele ver en las obras, que existen cambios de estilo, e incluso unas mescolanzas, que te hacen presagiar que de dentro del poeta, ha salido otro nuevo.
Creo que en mi caso son muchos los que al final fenecieron luchando por un intento de buscar amor perfecto. Y ahora de viejo me entero, que ni siquiera en ensueños se consigue perfección.
Pensemos que es un peaje por la nueva inspiración y que cuál toda experiencia nos ayuda a ser mejor.
Amores que me matasteis
sin querer, sin intención,
Ilusiones que brotaban
cantarinas con amor.
Y lejos de despecharos
os guardé en el corazón
y así sirvieron de abono
para otra inspiración.
Quizá mi tierra era pobre,
para crecer las semillas
del pensamiento que inspira.
Y al morir esas caricias,
esos arrullos de amor
que llevasteis al marchar,
fertilizo el corazón.
Naciendo de sus cenizas
Una nueva inspiración.
Eran poesías sentidas,
de amor y pura alegría.
Ahora tienen alegrías
con un punto de tristeza
y de experiencia de vida.
Pienso que tienen arrugas
producidas por el tiempo,
y en recuerdos de momentos
que nunca retornarán.
Pero dejaron sustentos
para volver a empezar
¿Soy más triste que era antes?
Me pienso que quizá no,
que expreso más experiencia
sobre vivir el amor,
que por mis ríos de sangre,
van corriendo sentimientos
altivos, con pensamientos,
que les reflejan un don.
Ese don del pensamiento
que mezcla lo vivo y muerto,
pero que nunca murió
pues mientras quede un recuerdo,
siempre se conserva amor.
¿Estoy Vivo, o estoy muerto?
Algo tengo de los dos.
Vicente José Gil Herrera