A veces, el amor duele en forma inmensa. Y cuando muere o se marcha, el vacío que deja se convierte en una sima, que parece imposible de llenar. Pero queda la esperanza, y el poeta buscará incansablemente llenar ese hueco. Ya que de otro modo, sus obras estarían carentes del brillo que precisa la ilusión de vivir.
¿PORQUE?
¿Por qué te amé tanto,
que aún después de tantos años,
las raíces de tu amor
forman una inmensa red
en todo mi corazón?
¿Por qué? Como filamentos
de Madreselva se clavan
en cada uno de los poros,
amarrando sentimientos
Imposibles de arrancar,
si no desgarro con ellos
parte de la poca vida
que dejaste al marchar.
No fue herida que causaste
fue maraña de maleza,
enredadera cuya semilla quedaste.
¿Qué debo hacer?
¿Arrancarme el alma?
Dejar que muera en silencio,
esperando una calma que nunca llegará
ya que no puedo olvidarte.
Y tampoco debo amarte,
dejare que el corazón
se marchite en su dolor,
y cuando muera, te juro
que yo encontrare otro amor.
Pues igual que el Ave Fénix
renaceré en las cenizas
y un hombre nuevo seré.
Te recordaré, lo juro,
y seguro te amaré
más con limpio corazón
solo lo bello de ti recordaré
rememoraré por amor
bellos momentos vividos
que me dieron ilusión.