YA SE VA PONIENDO EL SOL
Ya se va poniendo el sol. Está muriendo la tarde. A pasos agigantados viene llegando la noche. La oscuridad, alegrías o reproches, disfrazados de sueños o a veces de pesadillas según la vida vivida. Influyen los desengaños, las ilusiones, temores, las esperanzas y el miedo, que marcan con sentimientos más fuertes que propio fuego, y yo escucho a mucha gente decir que es corta la vida. Yo callo, sonrió por dentro, intentando que no noten que yo pienso lo contrario. He vivido siete vidas, mientras que otros no viven. Vegetan, dejan que el mundo les lleve con parsimonia inaudita. He vivido intensamente, pues he amado la vida, la he puesto en riesgo cien veces sabiendo que vencería. He amado intensamente, tanto que hasta me dolía, y no una vez, sino varias y nunca las olvidé, enraizaron en mi alma y nunca me dejarán; he disfrutado paisajes envidia de mil pintores; he escuchado conciertos que me entregaban los bosques, los ríos, los animales con quien comparto la tierra. He sentido enfermedades, accidentes y lesiones, pero que nunca lograron que yo pensara en rendirme; he reído, he llorado, incluso mirado al cielo desafiante ante Dios al ver la gente sufrir. He muerto pero estoy vivo, pues yo me negué a partir. Tengo una meta preciosa denominada vivir y lucharé por llegar, yo nunca me rendiré. Sé que le debo a este mundo algo que nunca logré, dejar muestra que a la gente le enseñe a disfrutar de lo bueno y de lo malo. Se debe vivir igual, con ilusión con entrega, libar la última gota y luego ver que vendrá. Yo ahora, en este balcón del otoño de mi vida, cuando han mermado mis fuerzas, voy disfrutando los sueños de mis experiencias vividas y siento que por mis venas como bravas avalanchas me recorren sentimientos que me devuelven la vida.
Autor: Vicente José Gil Herrera
País: España.
Fecha: 13/05/2021