YO NO SOY.
Buenos días a todos.
Como exclamaba el Tenorio de Zorrilla “Clamé al cielo, y no me oyó. Mas, si sus puertas me cierra, de mis pasos en la Tierra responda el cielo, no yo”.
Los seres humanos necesitan depositar sus esperanzas y pecados en algo o alguien. Y buscan refugio en religiones, creencias y fetiches. Encuentran la esperanza, la paz, la tranquilidad o la resignación al sentir que en algún modo descargan sus problemas en otros. Pero curiosamente, se vacían para tener mayor espacio para llenarse de nuevo. Es como los fumadores, los bebedores o los drogadictos. Que se arrepienten, pero a los pocos momentos están añorando su dosis.
¿Alguna vez has cerrado los ojos y buscado dentro de ti? ¿Has encontrado algo que te permita saber cómo eres? ¿Qué te aflige o acongoja? ¿Qué necesitas para ser feliz o al menos estar en calma?
Quizá, si miráramos dentro de nosotros y comenzáramos por conocernos un poquito más, comprenderíamos que nosotros somos la enfermedad y el remedio, que podremos creer en un dios, en una religión, en una creencia, pero no por temor, por pena o por anhelo de obtener una gracia o milagro. Quizá como el complemento espiritual a nuestra materia e inteligencia.
Vicente José Gil Herrera